A través de una serie de manipulaciones manuales (masaje, estiramientos,...) de los tejidos blandos (piel, músculos, etc...) se produce un equilibrio estructural entre el sistema nervioso y el sistema músculo esquelético, se libera el tono excesivo, se calman las molestias musculares y mejora el rango de movilidad.
El conocimiento de la anatomía de cada músculo, incluyendo su inervación, la disposicion de las fibras, las estructuras neurovasculares cercanas,... es imprescindible para llevar a cabo esta técnica. No se puede realizar un buen masaje neuromuscular sin saber sobre que zonas lo estamos aplicando.
La TNM tiene como finalidad: